Hay momentos en la vida en los que tu cabeza no logra entender ciertas situaciones,ciertas actitudes.. Nos damos cuenta tarde (a veces) de las cosas, a veces nos sentimos idiotas por haber vivido una mentira, por haber vivido tu sola eso que creías estar viviendo y sintiendo con otra persona, o por haber dado mucho por alguien, y esa persona no lo haya valorado. Aprendemos a ver quienes nos quieren realmente en sus vidas, y abrimos los ojos con respecto a lo que hemos estado viviendo.
A veces es doloroso darse cuenta de esas cosas,pero sé que el abrir los ojos y el dolor que sintamos nos llevará a un punto mucho más positivo.
Sentir dolor es inevitable,pero sufrir es opcional.
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A veces es necesario sentir dolor para saborear bien los momentos de felicidad,y sentirla.
Soy de las que opina que hay que luchar por lo que se quiere hasta el final, y que si algo está destinado a ser,será. Por ello nunca tiraré la toalla en lo que realmente quiera tener,y me haga feliz. ¿Consiguiéndolo o no? Para mí eso es cosa a parte, obviamente que prefiero conseguirlo y ganar todo eso que quiero.. Pero para mi ganar también es no optar por el camino fácil dándolo todo por perdido, y luchando. Así, solo si no lo consigues sabrás que hiciste lo que estuvo en tu mano por no perderlo, y te sentirás en paz contigo misma/o.
Pues bien, la vida a veces nos sorprende con golpes inesperados.. Hay que saber afrontar y llevar esos golpes,poco a poco, solo si los agarras bien fuerte no podrán contigo, y tú sí con ellos.
Así que, sé fuerte, porque merece la pena luchar por lo que merece la pena tener. Y siempre que sea con fuerza y ganas,todo es posible.
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